lunes, 7 de junio de 2010

FIESTA EN EL LAGAR
"LA MACARENA" (I)
1909

     El periódico "La Época", y durante 1912, entregó en múltiples folletines una novela que escribiera el novelista  Ricardo León (1877 – 1943) en 1909.


     La novela en cuestión es la "Comedia Sentimental" donde recorre y describe muchos lugares y costumbres de Málaga. Los fragmentos a los que me voy a referir se publicaron en los diarios de los días 24 y 25 de Septiembre de 1912. La acción trascurre durante el mes de Mayo en el Lagar de "La Macarena", pasado la Cuesta de la Reina, donde los protagonistas van a presenciar una Fiesta de Verdiales preparada exclusivamente para ellos:
     Después de la suculenta comida damos un largo paseo y bajamos luego al llano, donde nos tienen preparada una sorpresa.

- El capataz de mi hacienda – dice Rafael – ha juntado esta tarde á los mozos de más rumbo de estos contornos, y nos obsequia con un baile campesino.

     A la sombra de unos árboles, que amansan los rayos del sol, y á la vera de un sonante arroyuelo, hay unos bancos rústicos y un cerco de escabeles, amén de la mullida hierba, que brinda más cómodo y regalado asiento. A un lado, separadas del grupo masculino, veo hasta una docena de mocitas endomingadas, con los cabellos adornados de lazos y flores, limpio y crujiente el percal, pulido y majo el zapatito, llena de alegrias la cara.

     En sitio de preferencia y respeto están los tañedores de guitarra y violín y el muchacho qué toca los platillos. Detrás de la orquesta se agrupan los viejos y los curiosos, y cuantos no han de tomar parte activa en la danza, y un poco más allá, en una mesa corrida de blanquísimo mantel, asoman las provisiones, guardadas y defendidas por un gallardo escuadrón de botellas del fino de Ojén y de Cazalla.


     Trini, Lola Reina, Carmen España y yo, nos sentamos en la alfombra de césped. María Luisa, Doña Paquita y Rafael, se sientas más lejos, en un ribazo. Veo á David en uno de los bancos, en medio de Maria Rosa y María del Mar, como Periquito entre ellas, con su sombrero de ala ancha y el rostro muy placentero, convertido en el más llamante jándalo que vi en la vida.


     Después de una ronda de aguardiente, templan los tañedores sus instrumentos y comienzan en seguida el fandango. Acompañado por el rasguear de las guitarras, canta el violín con voz aguda y chillona, mientras los platillos marean el vivo compás del baile. Un catetillo de graciosa estampa se arranca con una copla á estilo de los Verdiales; una mocita muy salada y un mozo pinturero y jaquetón, salen al ruedo y empiezan á bailar un fandango “por punto de malagueñas”.

     El fandango es vivo, retozón, rudimentario y alegre. Trae á la imaginación la danza griega de Pan, las danzas clásicas de las siegas y las vendimias; tiene todos los primores y alegrías del baile campestre y de la danza gimnástica con gran lujo de saltos, trenzados y batimanes. Al escuchar sus vivos compases me retoza el ánimo de tal suerte, que vuelvo á sentir el ímpetu de mis verdes años, y vienen de golpe á mi memoria todos los recuerdos de la dichosa edad en que escuchaba esta misma copla:

Serrana; te lo decía,
que esto había de acabar;
mira tus malas partías,
á lo que han daíto lugar...
¡vas á ser la ruina mía!


     La danza sigue; las coplas se suceden en pausa; apenas un cantador suspende en el aire la última cadencia, sale otro, gallardeando con variaciones sobre el mismo estilo.

Partío de Verdiales
quién te pudiera traer
metiíto en el bolsillo
como un pliego de papel.

     Un viejo, de patillas grises, apura de un trago un cortao, escupe por el colmillo, mata la salivilla con el zapato y entona una copla.

Eres delgadita y alta
como junco de ribera;
de las niñas de mi barrio
tú te llevas la bandera.


     Las coplas son ingenuas, netamente populares, sin aliños ni sutilezas, ásperas y naturales como las florecillas de los surcos. El cantador modifica la letra á su placer, la enriquece con nuevas desinencias, le quita y añade sílabas, según su gusto y arte personales.

Diario La Época del día 24 de Septiembre de 1912. Folletín 34

     Baile de campesinos”, “fandango”, ”copla á estilo de los Verdiales” son algunos de los nombres que utilizaban para referirse a la Fiesta de Verdiales en esta época.

     Y un dato curioso, la copla del “Partío de Verdiales” que aparece en esta novela (1909) y que ha llegado igual hasta nuestros días, podemos asegurar que tiene más de un siglo de existencia.

7 comentarios:

Porverita dijo...

Muy buen rastreo de noticias sobre los Verdiales, José María.

Me encanta la descripción que hace de las coplas de verdiales, y me gusta especialmente la tercera. La primera es demasiado flamenca, y la segundo... tienes razón que tiene muchísima antigüedad. No me extraña que no la entendiera muy bien cuando la Porverita era sólo flamenca.

Muy buena entrada para situar la Fiesta de Verdiales en la literatura.

Muchas gracias, Violín

Porverita dijo...

¡Ay, se me olvidaba! En la orquestina de campesinos no había... panderero.

Violín SantaCatalina dijo...

Muchas gracias, a veces pienso que eres la única que lee los artículos, jajajaja.

Ciertamente el panderero no aparece reflejado por ninguna parte, igual se quedó trabajando mientras los demás estaban de Fiesta.

La descripción de las coplas, es cierto que es muy exacta.

La tercera copla me suena de haberla escuchado, pero no sé si exactamente igual.

Saluditos

Porverita dijo...

No importa que al principio no haya muchos lectores; lo importante es que la información esté disponible en internet para los lectores futuros.

Te lo digo por experiencia del blog flamenco, que tiene más de un año y llegan lectores y comentarios en entradas antiguas, a pesar de que lo que yo escribo -en aquel blog- es absolutamente coyuntural, perecedero y a veces idiota.

Tu labor de investigación es encomiable y necesaria.

Salud.

Violín SantaCatalina dijo...

Gracias por los piropos y por el ánimo.

Juan dijo...

Bueno amigo violin, llevo varios intentos en diferentes dias, para ponerte algun comentario en tus esplendidos articulos, pero no me deja activar los comentarios, cuando siempre me lo dejó hacer.
He intentado ahora con toda mi dirección de correo, completo a ver si me deja entrar.

Juan dijo...

Bien ¡¡Por fin!! me ha dejado.
Bueno pues ya no se que decirte que no te aya dicho La Porverita, solo decirte que me ha encantado este arículo de la Fiesta, como tambien los anteriores, pero éste con esa coplilla de: Partido de Verdiales, ........, parece que tiene algo de magia.
Ahora ya ves que hay coplas de antes del 40 ¿eh?.
Que eres ¡¡Un mostruo violin!! escarbando en las profundidades de lo antigüo, sigue así amigo mio, venga un abrazo del "Juanele".

¡Ah! y no es que solo lea tus artículos La Porverita, lo que pasa es, que siempre llega la primera, parece que está en todas partes, ja ja ja.