sábado, 30 de abril de 2011

LA OBRA THEOPHOROUMENE
DE MENANDRO

     Seguimos con la serie dedicada a los Mosaicos, Pinturas y Terracotas sobre la Theophoroumene de Menandro.


     En un artículo sobre la supervivencia de la Theophoroumene de Menandro, en los periodos helenístico y romano (Menander’s Theophoroumene between Greece and Rome) escrito por la Dra. Sebastiana Nervegna (Universidad de Sydney, Australia, especializada en teatro romano y griego), nos habla principalmente de una pintura fragmentada (Ufficio Scavi di Pompei 20545) y un mosaico fragmentado igualmente, que se encontraban en los almacenes de las oficinas de excavaciones de Pompeya, Ercolano y Estabia. Toda la información de este artículo y el siguiente estará basado en la información que aporta el artículo de la Dra. Nervegna.


     Reproduce un fragmento de la escena principal de la Theophoroumene de Menandro y proporciona nuevas pruebas e inicio del proceso de manipulación del modelo helenístico de esta ilustración. La flauta gigante que reproduce se puede identificar mejor como una tibia romana que como un aulos griego.

     De todas las escenas del drama griego que se identifican con seguridad, la Theophoroumene es una de las que está más ampliamente ilustrada, sino es la que más.

     Esta pintura pertenece a un grupo de más de 150 pinturas murales dañadas, que se pusieron a disposición del público en general, por primera vez, en una exposición celebrada en Turín en 1997 y publicada simultáneamente en el catálogo de la exposición (Mastroroberto, Marisa. 1997. “60: Musici ambulanti.” In Pompeii Picta Fragmenta, 107–8. Turín: Allemandi).

     Mastroroberto describe brevemente nuestra pintura mural, y la coloca en el tercer estilo, que tradicionalmente se fecha entre últimos del siglo I a.C. y mediados del siglo I, e identifica el tema como “músicos errantes”:
    
“Este pequeño panel conserva parte de una escena de inspiración teatral con dos músicos errantes que están haciendo música... El personaje de la izquierda es un panderero: él es robusto y fuerte, ya que produce el ritmo melancólico del pandero que está sacudiendo con su mano izquierda. Tiene las características vulgares y sin refinar de la máscara que lleva puesta – características que son típicas de los personajes de obras sátiras. Si bien los gestos del personaje masculino son libres e imponentes, los de la mujer aulista de la derecha son discretos. El tamaño y la máscara de la aulista – rasgos delicados, el cabello suelto sobre los hombros, expresión absorta por la música y afectada por el esfuerzo de soplar – indica las características de un personaje que necesita proporciones físicas femeninas para vestirse. El grupo de baile que en la Nueva Comedia toma el lugar del coro de la Comedia Antigua, estuvo generalmente compuesto por 4 personas: el panderero y la aulista, como en nuestro panel, y el platillero, todos con una máscara y seguidos por un niño o un enano. Por lo general son representados ante el muro de una casa o junto a una puerta. Ellos son los metragyrti, músicos errantes que adoran a Cibeles... Las escenas famosas de inspiración teatral, reproducidas en pinturas y mosaicos, se derivan de pinturas fechadas en el siglo III a. C. Entre ellas, las dos emblemáticas de la Villa de Cicerone en Pompeya, ahora en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, realizado por Dioscórides de Samos... La misma escena representada en uno de los mosaicos de Dioscórides ... puede se identificada en una pintura mural del 4º estilo en Estabia.”

     Podemos hacer una serie de correcciones a la nota de Mastroroberto, que es confusa y además confunde. Primero, este fragmento no reproduce “una escena de inspiración teatral”: reproduce una escena teatral, al igual que los otros monumentos que cita Matroroberto, los dos mosaicos firmados por Dioscórides de Samos y la pintura mural de Estabia que reproduce uno de los mosaicos de Dioscórides. Segundo, Mastroroberto asocia estas figuras con un “grupo de baile” que ella afirma haber sustituido los coros de la Antigua Comedia en la Nueva Comedia. No estoy segura de lo que este “grupo de baile” sería o debería ser; si se identifica con el coro de la Nueva Comedia, se observa que, a juzgar por las pocas referencias sobre los miembros del coro en las obras de Menandro, los coros de la Nueva Comedia se componen por fiesteros ebrios (utiliza la expresión “tipsy male revellers” que se puede entender como fiesteros o parranderos bebidos), a veces denominados como “los hombre jóvenes”.


     El hecho de que nuestra aulista lleve una máscara, una máscara femenina, excluye su identificación con el aulista oficial que acompañó a las representaciones dramáticas: se trata de un actor interpretando el papel de una hetaira (dama de compañía/prostituta), o más bien pretendiendo interpretar, a una flautista. La suposición general y probable, es que los personajes en la comedia, simplemente fingían tocar, mientras la música era proporcionada por el aulista oficial. El uso de una máscara de cabeza completa hace particularmente difícil tocar la flauta, y los actores, al menos la mayoría de ellos, no necesariamente tendrían esa habilidad musical.

     Hasta aquí la primera parte del artículo de la Dra. Nervegna, donde nos ha descubierto los fragmentos de otra copia de la obra Theophoroumene, y nos ha introducido en las modificaciones de adaptación, desde la pintura original griega a los mosaicos y pinturas romanas.

     En el siguiente artículo veremos un análisis sobre fragmentos de otro mosaico de reciente aparición.