viernes, 2 de julio de 2010

EL LAGAR DE LA VIÑUELA
ARTURO REYES 1897 (II)

Portada de F. Juvé


     Seguimos en el Lagar de Zapateros, donde, además del relato que más adelante transcribo, cabe destacar el uso en dos ocasiones del gentilicio “verdialeño”, para referirse a la procedencia de Agustín, y "verdialeñas" para referirse a las mozas de los Verdiales.

... pero al lado de éste luchaba el deber, siempre respetado por el bizarro verdialeño, en cuya ayuda ...
... algunos días antes dieron principio los preparativos para recibir de un modo solemne casi al ínclito verdialeño; ...

 ... rodó el candil sobre las engalanadas verdialeñas; ...

     El autor nos explica como era costumbre realizar las fiestas del día de San Juan:
Era día de San Juan, y grandes y chicos, ricos y pobres, se dispusieron todos á celebrarlo, como es costumbre en los Verdiales desde los tiempos de Matusalén y la Nanica, según hubo de afirmarme uno de los subarrendadores del caserío de los López, lugar siempre elegido para situar en él el real de la feria.

     Y las actividades que se realizaban:
El programa era el de siempre: tiro de gallos, baile en la tienda, en un á modo de colgadizo de cañas y lonas levantado en un planicie frente al cortijo, y todo esto, como es natural, aderezado con su poquito de murga y su mucho de peleón y junquera.

     Tras el tiro de gallos y antes de que una pequeña trifurca entre dos de los tiradores llegara a mayores:

En aquel instante llegó el primer grupo de mocitas escoltadas por sus decrépitas progenitoras; los cortijos inmediatos empezaron a dar su contingente de mozas en sazón; las primeras fueron las Chuchumecas, las segundas las de Calderón, y así sucesivamente fueron llegando, en alegres bandurrios, las de estebanez, las de Millán, las de Negrete, la quinta esencia de lo bueno y lo bonito de todos los Verdiales.

La orquesta no se hizo esperar: una guitarra, un violín, unos platillos y una pandereta la componían; las sombras empezaron á enseñorearse del panorama y el cielo á esmaltarse de estrellas; sentáronse los concurrentes – debidamente separados por sexos – bajo el renegrido toldo; la brisa era fresca y perfumante; el aguardiente empezó á circular por cubas casi de mano en mano; hizo resonar la murga sus sones melancólicos; un candil enorme pendía del techo de la choza; Juanico el Morisqueta cantó con acento dulcemente timbrado:

Partío e los Verdiales
er de las mejores viñas
y más ricos olivares,
aquí quiero yo a una niña
con los labios de corales.

- ¿No oyes, zagal? Canta tú – dijo a Bernardo el tío Antón.

- Ese mozo no canta más que elante e la Virgen de los Dolores – exclamó Rosita con tono desdeñoso y mirando al de Casariche con despecho.

. . . . . .

- Eso pá aluego, pá más tarde; ahora voy á bailar con Pepita Chuchumeca.

Y sacando los palillos prendidos con múltiples cintas de colores, los repiqueteó, levantándose á la primera invitación de su amiga.

. . . . . .

Pepa y Rosa bailaban con admirable soltura, creciéndose de modo tal al són de la música, que sus cuerpos, generalmente rígidos y torpes, parecían adquirir en el rimado ejercicio suave eslasticidad graciosa esbeltez y típicas elegancias.

El baile tiene lugar en un palmo de terreno; en él la alegre pareja ora se arrullaba con los brazos arqueados airosamente, ora separábase desdeñosa para volver á unirse llena de pasión; ya, sin perder un compás, perseguíanse las bailadoras con graciosos recortes y bullangueras alegrías; ya serenas y casi inmóviles, y en dulcísimos enervamientos, aparentaban rimar el beso y el suspiro.

Ya iban a terminar Pepita y Rosa, y ya se disponían á sustituirlas otra pareja, cuando hacia los pencares resonaron algunos gritos roncos; todos los hombres corrieron hacia allá atropellando á las bailadoras; los de la murga colocaron en alto los instrumentos para salvarlos de la catástrofe; rodó el candil sobre las engalanadas verdialeñas; pusieron éstas el grito en el cielo; los más débiles rodaron ante los más vigorosos.

     Como ya nos pasara con la novela de Ricardo León de 1909, tenemos, en esta novela, otra copla que ha llegado a nuestros días de forma muy parecida, y que por lo tanto tiene más de 113 años.

          Novela                  SP Panda de Verdiales          LP Panda de Verdiales
         Lagar de                         de Almogía                  de los Montes de Málaga
        la Viñuela                      Columbia 1966                     MoviePlay 1971

 Partío e los Verdiales,          Partío de Verdiales                  Partío de Verdiales
er de las mejores viñas        partío de muchas viñas            partío de muchas viñas
  y más ricos olivares,        estoy queriendo una niña            y de muchos olivares
aquí quiero yo a una niña     que no lo sabe su mare        yo estoy quiriendo una niña
con los labios de corales.     que no lo sabe su mare.           y no me la da su mare.

      En la siguiente y última parte de este artículo, voy a incluir una relación con todos los lugares relevantes que se nombran en la novela, así como los nombres de personas y apodos que aparecen.

6 comentarios:

PandaVerdiales dijo...

".... desde los tiempos de matusalem y la nanica..."

Ya por aquellos tiempos sabian y tenian constancia de los antiguo que era la celebración del sol o el día de San Juan.

Espero que sigas aportando mas cosillas, estoy enganchadisimo al blog.

Saludos fiestero de Santa Catalina

Porverita dijo...

Yo también estoy enganchada y creo que voy a buscar la novela y a leerla entera.

Aquí ya aparece la "pandereta", pero la panda no se llama panda, sino "murga".

Muy bueno y enhorabuena por mostrarnos cómo era la fiesta malagueña en el pasado.

Lo de la copla, no te lo perdono, que te me has adelantado, chico listo. :-))

Violín SantaCatalina dijo...

Muchas gracias amigos enganchados.

Lo del tiempo de la Nanica nunca lo había escuchado, pero lo de Matusalén si. A ver si alguien explica quien era esa Nanica.

En esta ocasión tenemos panderero, aunque sea con pandereta, y una murga, en vez de parranda, orquesta, o cualquier otro término menos panda.

Lo de la copla, no sé a que te refieres, Porverita, pero de todas maneras, ojo por ojo, y nombre de blog por copla, jajajaja.

Un saludo, no cambiéis.

Juan dijo...

Bueno pues ya hay aqui otro enganchado, es que el amigo violin tiene arte para enganchar a la gente, con estasmaravillas que busca en el pasado.
Bueno Violin, como estos capítulos no me los pierdo, ya te iré diceindo algo de lo que recuerdo de lo que vas narrando. De momento y vista la portada de la novela, te confirmo que efectivamente, es ésta la que yo leí, pot otro lado me suena mucho, "Las chuchumecas" y las Calderonas, de oirles hablar de ellas a mis padres, las Calderonas, creo que eran del Cortijo "Leon", familias de mi padre y del padre de Rafael Calderón.
Bueno no me extiendo mas, Saludos cordiales fiesteros.

Porverita dijo...

Hola JM.
Yo no he oído hablar de la Nanica, pero sí de la Tía Norica, que es el personaje central -una viejecilla- de un teatro de marionetas muy antiguo que había en Cádiz.

En el Museo de Cádiz tienen figuras y escenarios completos de ese teatro de marionetas que deben corresponder al siglo XIX.

Lo de las coplas es que... cuando estaba leyendo el principio de tu entrada, me he acordado de las distintas versiones que he escuchado y pensaba comentarlo, hasta que he visto que te habías adelantado.

Si tanto te gusta... te traspaso el nombre de mi blog, pues tengo proyectos para otras cosas. O mejor te hago colaborador-administrador y continúas tú la Fiesta del Sol.

Salud, violín.

Violín SantaCatalina dijo...

Gracias por la oferta, Porverita, pero no tengo tiempo para llevar uno, menos aún para dos.

Además, seguro que lo desvirtuaría, tu lo llevas fenomenalmente y seguro que no encuentras sustituta mejor que tu misma, así es que a multiplicarse por 3 ...

Salud para ti también.