lunes, 22 de marzo de 2010

Cómo nos vieron y qué publicaron (I)
Festival de Verdiales en Málaga (España)
28 de Diciembre de 1971
(5ª parte)

     Comienza ahora a interpretar y dar sus propias conclusiones sobre todo lo visto y preguntado, quizás esta parte sea más interesante que las anteriores, porque es donde muestra sus conocimientos de otros folclores y aporta explicaciones sobre la ubicación de la Venta El Túnel, la utilización de los platillos, del pandero...

     He utilizado los corchetes para incluir un comentario sobre una traducción.

PROBLEMAS E INTERPRETACIONES;

Debemos ahora de ocuparnos de los distintos asuntos que se aprecian en este festival y considerar sus implicaciones.



En primer lugar, el sitio en el que se celebra. ¿Por qué se eligió a la Venta del Túnel para esta competición musical? Puede ser porque es una casa situada convenientemente en mitad de las rutas de los distintos pueblos que rodean Málaga en los que la aceituna verdial es cultivada; parece ser que hace tiempo fue una posta de caballos debido a su proximidad a Málaga. Además, se encuentra situada en la carretera principal que atraviesa las sierras del interior. A pesar de todo ello, si tomamos este lugar con todas sus consideraciones, el asunto de su elección aparecerá con más claridad.



En la antigüedad, los lugares sagrados se elegían si combinaban un cerro o lugar alto desde el que se divisase un río con meandros, es decir, un “río serpenteante” (los ríos con meandros, con curvas, representan a la serpiente, que es un símbolo de fertilidad, y que se supone que provee de aguas vivificantes para los cultivos) y a ser posible orientada también a una caverna en una cara rocosa (que representa el vientre de la Madre Tierra). A pesar de que no conseguí localizar ninguna cueva o caverna, las otras dos condiciones sí estaban presentes en la Venta del Túnel.



Las pandas están bien organizadas, el alcalde organiza los ensayos durante el año y es responsable del bienestar de su panda. Las pandas jamás tocan si no son dirigidas por su alcalde y éste les indica que deben hacerlo. Las nuevas letras para las coplas son creadas por poetas y trovadores locales.



Los músicos no dicen: “Vamos a tocar”, que es la fórmula usual, sino “Vamos a chocar” (vamos a golpear, a chocar las chocallas o platillos). Esto implica que las chocallas o platos eran los instrumentos más importantes desde el punto de vista del ritmo o del sonido, o posiblemente eran los instrumentos que ya estaban originariamente, cuando el rito evolucionó. De lo contrario, el verbo “chocar” no debería ser usado. En Andalucía, en el suroeste de la Península, los platillos apenas se usan, aparte de en los Verdiales. Son tocados una pareja de ellos en cada mano en danzas tales como el Zorongo y la Zambra, que en ambos casos poseen nombres Árabes o Bereberes. En este caso, se les denomina a estos instrumentos “chichines”.



Más allá del Estrecho, en Marruecos, entre los Bereberes de las Montañas Atlas y Ante-Atlas, son utilizados unos platillos muy similares para la percusión. Allí, se tocan tres de ellos simultáneamente: dos en la mano derecha y uno en la izquierda que golpea los otros dos. Están hechos a mano en bronce, prácticamente como los de los verdiales, con una cuerda que pasa por el centro de los mismos, y que rodea la mano izquierda del músico, pero que son sujetos con los dedos pulgar y corazón de la mano derecha. (Esta información me ha sido proporcionada por el Sr. Iain Adam).



El gran tamaño del pandero así como el número de sonajas encontradas en el mismo hacen que éste pueda ser escuchado desde lejos. Las panderetas son utilizadas a lo largo de toda la Península, pero en ningún lugar llegan a alcanzar este tamaño. Algunas tribus en Marruecos fabrican panderos similares, pero el pelo del animal permanece aún en la piel del mismo no teniendo además sonajas. La piel de cabra es más resistente que la piel de oveja, aunque ambas se emplean para la cabeza [No hemos encontrado una traducción más acertada para: Goat-skin is more resistant than sheep-skin, but both are used for the head]. La pandereta es bien conocida como símbolo de la luna, y entre los monjes egipcios y en la zona del Cercano y Medio Oriente, así como en Asia Central, los chamanes usan panderetas. Se trata de una parte esencial de la acción de un chamán en sus ritos y la usa como si de su “caballo” se tratase para transportarlo a otros mundos. (Mircea Eliade, El chamanismo y la técnica arcaica del éxtasis, Payot, Paris, 1959).



El violín y las guitarras apenas si resultaban audibles en un entorno abierto si los comparamos con los instrumentos de percusión, así que parece que no pertenecieron en su origen a la composición instrumental de los verdiales. Posiblemente reemplazaron a algún instrumento de sonido más fuerte como puede ser una chirimía o flauta o posiblemente la gaita. Los instrumentos de cuerda jamás encajan con los de percusión en interpretaciones al aire libre. En Aragón, en donde los instrumentos de cuerda han sido adoptados para interpretar danzas al aire libre (posiblemente desde el tiempo de los Moros) requieren alrededor de veinte manolinas, guitarras y bandurrias para que puedan tener suficiente impacto. Permanece todavía algo de misterio que debe ser resuelto. En Turquía, por ejemplo, zurna y davul (chirimía y tambor) son habituales en las danzas al aire libre en la mitad oriental del país. Los instrumentos de cuerda jamás se mezclan con estos dos, y con razon.



Las muecas de los pandereros eran una reminiscencia de los cantaores de flamenco, que expresan con sus gestos hasta la última sensación de su cuerpo, o el de una persona que entre en un estado de frenesí o de trance. Los ojos cerrados y el constante golpeo de la pandereta nos traen a la mente a los devotos de Cibeles, la antigua diosa de la primavera en el antiguo Próximo Oriente, los cuales, vestidos con pieles de leopardo, tocaban tambores y panderetas y hacían sonar trompetas autolesionándose, en un estado de frenesí en su intento por adorar a su Diosa de la Tierra. La palpitante calidad de la percusión hace que las pandas se olviden de todo menos de su toque.

     ¡Cuánta razón lleva cuando habla de esos trances!, no sé si por el poder hipnótico del pandero o el “chocar” de los platillos, pero lo clava, no tanto al decir que es una reminiscencia de los cantaores de flamenco, a mi parecer.


     En la siguiente y última parte de este artículo, seguirá con los estilos de verdiales, la vestimenta, el gorro de verdiales, ...

2 comentarios:

Porverita dijo...

Sigue siendo muy interesante este punto de vista, aunque creo que lo de "chocar" las pandas de verdiales no se trata tanto de los platillos como de otros rituales.

El trance de los pandereros tiene más que ver con el esfuerzo que requiere, y el poder hipnótico del ritmo puro.

También los cantaores entran en trance por el esfuerzo físico y de concentración que requieren la mayoría de los palos flamencos.

Red Verdialera dijo...

Pues me parece que en lo fundamental se anticipó bastante bien a lo que a día de hoy defienden los Mandly, Esteo, Berlanga, Molina, etc. Si la veo demasiado mística en el asunto de la ubicación de El Túnel, la cual me parece a mí que responde a una razón tan profana como es la amplitud de la curva donde se sitúa dicha venta. De todas maneras seguro que la razón de esta decisión es algo bien conocido por estudiosos más documentados.